Nosotros queremos amapolas

Llamado a la resistencia para prohibir todos los pesticidas

Los pesticidas son venenos que destruyen todo lo que está vivo. Están en el agua de lluvia, en el rocío de la mañana, en el néctar de las flores y el estómago de las abejas, en el cordón umbilical de los recién nacidos, en el nido de los pájaros, en la leche de las madres, en las manzanas y cerezas.

Los pesticidas son una tragedia para la salud. Provocan cánceres, enfermedad de Parkinson, trastornos psicomotores en los niños, infertilidad, malformaciones congénitas. La exposición a los pesticidas es subestimada por un sistema que se ha vuelto loco, que ha preferido no enfrentar el problema. Cuando un pesticida es prohibido, otros diez toman su lugar. Existen miles.

No reconocemos más nuestro país. La naturaleza está desfigurada. El tercio de los pájaros han desaparecido en quince años; la mitad de las mariposas en veinte años; las abejas y los polinizadores mueren por millones; las ranas y saltamontes parecen extinguirse; las flores salvajes se vuelven raras. Este mundo que se difumina es el nuestro y cada color que sucumbe, cada luz que se apaga, se convierte en un dolor definitivo ¡ Devuélvannos nuestras amapolas ! ¡ Devuélvannos la belleza del mundo ! No, no queremos más pesticidas.

A ningún precio. Exigimos protección. Exigimos a nuestros gobernantes la prohibición de todos los pesticidas de síntesis. Basta de palabras, exigimos hechos.